lunes, enero 10, 2011

¡Desdiciendo!

No, no, la vida no es sólo enlistar una serie de palabras sustantivas. Hay tantas cosas a las que no se les halla descripción exacta; ni lo que perciben los ojos, cuánto más lo que entra por los restantes sentidos.

Qué voy a hacer yo intentando explicar qué es la vida y cómo “vivirla”. La vida me sorprende más de lo que mi menesteroso entendimiento logra comprender cada vez.
Me desespera mi manera de pasar estos días, con el pretexto de un malestar físico, que existe pero que ahora dejo que afecte como nunca antes.

Sé lo que necesito hacer, pero mi ambigua obstinación ya no me deja si quiera intentarlo. ¿Y cómo hago eso? Es sencillo: ¡así como antes!

Preguntas y respuestas.

Más preguntas y más respuestas.

¿Qué hago yo ahí, de malas, con desasosiego, dando un paso y retrocediendo dos, con las preguntas que no hago, entendiendo menos y especulando más? Y ¿Para qué?
Ya no quiero seguir teniendo un comportamiento pueril que se entretiene, pero no prevé los efectos y posibles daños.
Yo sólo quiero estar a la altura. ¡Sé lo que necesito hacer! Ya me cansé, pero igual ya me he cansado tantas veces antes…

No hay comentarios.: