miércoles, diciembre 29, 2010

Como intercambio de los recuerdos...


Como si condujera al siguiente tema de conversación. La plena subjetividad entre quien escribe y quien lee. Porque una cosa lleva a otra.

Fiel a la costumbre.

Nuevos caminos, compartidos. Lo que siempre hace la diferencia: la compañía, la gente. Pensarlo y volverse a deleitar. Es lo que has dejado al recuerdo. Los choques no faltarán nunca, los silencios y la eterna discusión. Siempre indescifrable. No sabes si sales o entras. Tal vez en un sueño sería real.

Cuántos nuevos rostros que no volverán a ser vistos. Su imagen quedará por un tiempo, lo que salió de sus bocas, se queda. La sinceridad en las palabras, las risas, las miradas. Como las huellas en la arena, frente al mar, se borran por la fuerza de sus olas. Un viaje…

Como protagonista: la indecisión. No quería dejarle jugar su papel esta vez. Sin vanidad, los mismos misterios eternos vuelven. Vaya laberintos, y la tregua necesaria. Una mordida hacía el intercambio de los recuerdos. La culpa no tendría cabida. Si pudiera lo volvería a hacer, como si esa noche fuera la última. La ruina de la memoria al recordar por qué. Cualquier imagen guardada que empezase a difuminarse, sería remplazada por la tinta en mi libreta.

Nuevos viajes donde se pierden los equipajes o se hacen más grandes.

Mi ego no aguantó, ya no aguantará. Porque sabemos usar, como arte, el escapismo. Hay mucho que escoger. Lee entre líneas. En el olvido no entras, pero hoy no quiero saber por qué.

Mi decisión era no estar en esa misma quietud, que poco se entiende. Por algo que no está en las líneas de mis manos, aunque sea extraño, reconozco no sé disimular. Hasta que todo termina.

La luna: tú.

A grandes rasgos, la oscuridad inmensa, con un halo de luz al fondo, de no cerrar los ojos. Todo puede olvidarse al despertar. En la mañana te puedes vencer y volver a preguntar qué pasó esta vez. Ya tienes muchas huellas que dejar borrar. Quizás eran palabras desnudas.

Buscándole el sentido, pretendiendo encontrar el momento para pensar qué hacer, hallé más que eso, nuevos intereses a la lista.

Hasta que no queden nuevos lugares, hasta que ya no exista después…

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